Sylphiel Nels Lahda es la hija de Eruk, uno de los nobles de Sairaag. No se conoce mucho acerca de ella, extrañamente; simplemente parece aparecer en el más raro de los lugares.

Sylphiel juega su papel en la sociedad bien - tiene una manera muy decorosa de hablar. También es un alma amable y altruista en cierto sentido. No tiene deseos de ver a cualquier desfavorecido lastimado, y ha dedicado su vida a esa causa. Ha alcanzado lo que muchos percibirían como la cumbre de la Magia Blanca, luego de aprender los potentes hechizos de Resurrección y una locamente poderosa variante de Recovery.

Sin embargo, Sylphiel al parecer no puede lanzar otros hechizos de valor. La magia de Chamanismo de Fuego está casi completamente más allá de su alcance; parece que pudiera carecer del impulso de incluso ser capaz de causar destrucción. Aún así, puede si quiere - conoce un muy poderoso hechizo de Magia Negra, la Dragon Slave. De hecho, lo aprendió viendo simplemente a Lina lanzarlo. [Según Ann Oyama, "después de ver lo que Lina podía hacer, tuvo que aprender la Dragon Slave también para poder competir con el talento de Lina para hacer estallar las cosas (por esto ella tiene la intención de competir por Gourry)"]

Incluso al punto de llamarlo Gourry-sama ('Lord Gourry' o 'Señor Gourry' es probablemente la traducción más cercana), Sylphiel haría cualquier cosa para estar del lado de Gourry. Parece que (según una página que Lina leyó) la razón por la que Sylphiel ama a Gourry tanto es que él una vez mató a un poderoso demonio en Sairaag por error, y se fue antes de que cualquiera pudiera agradecerle; ella recuerda haber oído su nombre y verlo irse cuando era más joven, desarrollando un sentimiento de devoción heroica por él. Gourry, adrede, recuerda su nombre bastante bien porque ella es una excelente cocinera, y es más fácil recordarla por asociación. Sylphiel se preocupa mucho por sus amigos, y haría cualquier cosa que pudiera para asegurarse de que todos se encuentran bien. Luego de la pérdida de su padre, ella parece tener pocos motivos para vivir, más que el continuo bienestar de los demás.

Estadísticas